Timple de cuatro cuerdas
En lo relativo al timple de cuatro cuerdas existen muchas afirmaciones contenidas en la tradición oral que rara vez gozan de fuentes contrastadas. Unos dicen que se popularizó en Tenerife para asemejarse al cuatro venezolano, otros sostienen que se escogió esta encordadura y su afinación (de primera a cuarta re, la, fa, sol) para que los acordes fueran los mismos que los de la guitarra a falta de transportar todo una segunda mayor ascendente. El etnógrafo y divulgador Talio Noda (2017) afirma que este pequeño guitarrillo sería especialmente popular en La Palma y Tenerife, donde recibiría el nombre de “contra” (no confundir con su homólogo oriental). Sea como fuere, las fuentes fotográficas denotan la presencia de esta variante del timple al menos en estas dos islas a lo largo del siglo XX, si bien su presencia y uso parecen haber perdido fuerza en las últimas décadas.