

Requinto conejero
Esta pequeña guitarra es una de las piezas esenciales en el discurso de los Ranchos y las parrandas de las islas de Lanzarote y La Graciosa. Aunque su morfología nos invite a pensar en una guitarra de rasgueo como las que pueblan las iconografías de finales del siglo XIX y principios del XX, no será hasta la segunda mitad del mismo que empezaremos a tener certezas sobre el instrumento. Es importante destacar la figura de Simón Morales Tavío, quien dejara en la isla de Lanzarote maravillosos ejemplares del requinto para su registro, medición y proyección hacia el futuro. Se trata pues de una pequeña guitarra afinada a una 4ª justa ascendente de distancia de la española, esto es, con la primera en la natural. Una característica distintiva podría ser su encordadura mixta en nylon y acero, algo muy poco común en la organología global. La primera (la) y la cuarta (sol) son de acero mientras que las demás serán en nylon. Además, destaca en el extremo inferior la presencia de un contrapuente o cordal que ayudará a repartir las tensiones en el instrumento. Por último, hablaremos de la acción del intérprete sobre el instrumento. En palabras del informante José Manuel Toledo, este requinto desempeñaría un rol que hibridaría los del timple y la guitarra, con una suerte de prosodia percusiva con espacio para la ornamentación y las subdivisiones en el rasgueo.








