La sandunga o pachanga es un idiófono compuesto de presumible ascendencia antillana (Talio Noda, 2017), muy presente en la isla de La Palma y, más recientemente, en Tenerife y Gran Canaria. Se trata de una varilla de unos 120cm con un mango redondeado en el extremo superior y un taco de goma en el inferior. A lo largo de este mástil encontraremos uno o más travesaños que harán de soporte para agrupaciones de crótalos de latón fijados al mismo con un sencillo clavo. Además, al citado palo se ancla una gran lata de aceite(a) que hará de caja de resonancia, pues está en contacto con cuatro o más alambres o resortes que atraviesan casi la totalidad de la longitud del instrumento. En la performance una mano separa el instrumento del suelo y lo golpea contra el mismo (de ahí el tope de goma) mientras que la otra percute la lata y el plano de cuerdas con una baqueta que puede ser de madera o de hierro estriado. Como es imaginable, hay un gran número de timbres, recursos y técnicas que se obtienen de combinar todas las partes que componen a la sandunga. (a) Noda (2017) refiere que la casuística ha dejado sandungas hechas con membranófonos en lugar de latas. La tradición oral también habla de antiguas latas de galletas que encontraban una segunda vida en este instrumento.