Pandero de Tiscamanita
Este membranófono simple o de marco es empleado en el Rancho de Ánimas de Tiscamanita (Fuerteventura) también conocido como Rancho de La Inmaculada por ser su estreno en esta onomástica, y muy probablemente en los desaparecidos ranchos de las históricas localidades de Tetir, Betancuria, Antigua, Pájara, La Oliva, Casillas del Ángel y Ampoyenta, de la misma isla. Se trata de un pandero de unos 34cm de diámetro el cual es atravesado por un madero con esquilas y cascabeles engarzados que divide la circunferencia en dos mitades; sin duda una morfología comparable a los hallados en la vecina isla de Lanzarote. Además del ejemplo aquí plasmado se observan otros manierismos, tamaños y morfologías en la construcción de este instrumento. La acción es similar a la de sus homólogos conejeros y grancanarios: se desliza el dedo corazón sobre un parche encerado para generar un trémolo que habrá de alternarse con punciones perpendiculares al parche con el mismo dedo o con el pulgar. Como dato curioso, es con este instrumento con el que se interpretan varias desechas que se caracterizan por estar en un compás de 7/4, es decir, un “compás cojo” o amalgama resultante de la unión de un compás de 4/4 y otro de 3/4.