Aunque la voz “contra” ha sido usada para referirse a cualquier cordófono de rasgueo en la geografía canaria, hoy en día se significa con una suerte de timple barítono afinado a una cuarta justa descendente con respecto a la afinación de éste; resultando la afinación, de primera a quinta, de la, mi, si, sol, re, estando estas dos últimas cuerdas en octava aguda tal y como ocurre con el timple. El origen de la contra es incierto. Las fuentes fotográficas invitan a pensar en el instrumento como un pariente de las pequeñas guitarras de rasgueo habituales en la transición de los siglos XIX y XX… por sus dimensiones y su fondo plano (en ocasiones ligeramente curvo). En cualquier caso, su presencia se suele identificar con la isla de Fuerteventura y, en menor medida, Lanzarote y Gran Canaria. Una vez más la tradición oral nos narra diversas historias tan interesantes como difíciles de contrastar, como que determinado grupo fue el primero en llevarla al medio escénico, o que determinado intérprete reivindica su autoría; probablemente ocurra con este instrumento como con la mayoría de los de la organología global, es decir, existen en diferentes tesituras hasta que se estandarizan una o dos… generalmente las más útiles para el corpus musical en cuestión.