Timple
El timple, contro, camellito o guitarrillo, considerado el cordófono canario por antonomasia, es un instrumento perteneciente a la familia de los guitarros o guitarrillos, es decir, pequeñas vihuelas emparentadas organológicamente con la guitarra barroca y sus predecesores. En este epígrafe hablaremos del timple de cinco cuerdas, dejando el de cuatro cuerdas y sus incontables pormenores para otro espacio. Si bien diversos informantes han dejado constancia de multitud de afinaciones y encordaduras, es indiscutible que a partir del tercer tercio del siglo XX parecen estandarizarse las características que hoy por hoy observamos en el tejido musical canario, antiguamente achacadas al timple majorero o, como se conociera en algunas partes de Gran Canaria, guitarrillo majorero. Diversos autores coinciden en que su presencia fue antaño más destacable en la provincia oriental y en Tenerife, aunque en la actualidad se ha extendido a cada rincón del archipiélago. La afinación más común es, de primera a quinta, re, la, mi, do, sol; siendo estas últimas en octava aguda (quizás una reminiscencia a la guitarra barroca de cinco órdenes en la que dichas cuerdas habitualmente se presentaban octavadas). Las dimensiones y los tiros de cuerda son, una vez más, muy variables. Encontramos desde timples de apenas 30cm de longitud, también conocidos como “quícaras” o “de bolsillo”, hasta timples cuya longitud supera los 55cm. En el contexto tradicional el timple desempeña un rol predominantemente de acompañamiento tonal, siendo un cordófono rasgueado ideal para trabajar con acordes de sencilla ejecución. No obstante, existen muchos ejemplos en los que ha esgrimido una función melódica que a lo largo de las décadas ha derivado en lo que a nuestro juicio es un nuevo instrumento con un nuevo paradigma interpretativo: el timple de concierto. Sobre sus características y sus célebres intérpretes y lutieres hablaremos en un epígrafe aparte. En lo relativo a la morfología podemos enumerar todos los elementos habituales en este tipo de cordofonía, es decir, mástil, caja de resonancia, tapa, puente, pala, clavijas, cejuelas, trastes, etc. Sí cabría destacar uno de sus elementos diferenciadores: el fondo curvo o angular formado por dos costillas dispuestas en torno a un eje central. Aparte de la madera, se han empleado materiales para su construcción tan dispares como la calabaza de agua (Cucúrbita máxima), las cajas de puros, las latas de conserva de atún o incluso un casco de albañil. Todos materiales válidos para obtener el timbre socarrón idóneo para el propósito del intérprete.