Timple de concierto
Hemos decidido reflejar esta variante del timple original en un epígrafe aparte para ayudar al lector a diferenciar lo que sin duda son objetos distintos que sirven a distintos propósitos. De la mano de constructores como Agrícola Álvarez, Argelio Rojas o Simón Morales Tavío; o más tardíamente Francisco Fariña, David Sánchez y Vicente Corujo, comienzan a incorporarse ciertas actualizaciones (a falta de un término mejor) al instrumento en un claro paralelismo con el devenir morfológico de otros instrumentos como la guitarra española o la bandurria. Estas son principalmente la ampliación del tiro de cuerda y la caja de resonancia, el aumento en el número de trastes, la exploración de nuevos materiales y calidades, la instalación de clavijas mecánicas en lugar de las tradicionales de fricción, la adición de la correa para el confort del intérprete y la investigación en torno a todo lo referente a los medios de fonocapción, para llevar al instrumento al medio escénico con la menor dificultad. Evidentemente, todos estos cambios contribuyen al rendimiento del instrumento y a las posibilidades que el mismo ofrece al ejecutante, estableciéndose así un delicado equilibrio entre el concertista y el lutier.